Elsa Luisa María Schiaparelli (1890-1973) interpretó la moda como una forma pura de arte, rompiendo la barrera que separaba a ambos. Sus creaciones fueron siempre un juego de atrevimiento, provocación y originalidad, que dejó de tener sentido para ella cuando la posguerra impuso la sobriedad, en detrimento de la imaginación y el colorido. Aquel panorama de negros y grises ya no era para ella. Finalmente cerró su taller en 1954. Seis décadas después la firma italiana ha anunciado que regresará a las pasarelas en 2013.
Diego della Valle, presidente del grupo Tod's, decidió comprar en 2006 los archivos de Elsa Schiaparelli y dar vida de nuevo a un estilo y saber hacer, que permanecían en el olvido. En verano se abrirá una boutique en París, exactamente en la misma ubicación (la plaza Vendome) donde ella la abrió por primera vez allá por 1935, y desde donde ideó la moda de la década de los 30 y 40.
Un periodo de entreguerras en los Schiaparelli mantuvo una rivalidad con la todopoderosa Coco Chanel, considerada la reina de la alta costura de la época. La diseñadora francesa la llamaba con desprecio “esa artista italiana que hace moda”. Sus diferencias se evidenciaban hasta en las amistades que cultivaban. Coco se decantaba por los cubistas, Schiaparelli por los surrealistas.
A finales de la década de los 30 Schiaparelli firmó colaboraciones con alguno de los artistas más relevantes de la época, como Jean Cocteau o Salvador Dalí. Con ellos materializó su sueño de casar la moda y el arte. Sin embargo, fue con el pintor catalán con quien hizo algunas de sus creaciones más célebres: el sombrero zapato o el vestido langosta. Accesorios arriesgados que la propia Elsa se atrevió a lucir. “Yo jamás tengo miedo de aparecer con los modelos más extravagantes y más personales”, decía la diseñadora.
En el Met
Su extravagancia le llevó a ser una visionaria de su época. Elsa Schiaparelli diseñó líneas de baño y deporte para la mujer (la falda pantalón), creó el efecto trampantojo, las prendas de punto, los plisados y el color rosa ‘shocking’.
El anuncio de la vuelta de la firma italiana coincide en el tiempo con la exposición que el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (Met) le dedica bajo el título ‘Elsa Schiaparelli y Miuccia Prada: conversaciones imposibles’. La muestra, que se inauguró el 10 de mayo permanecerá abierta hasta el 19 de agosto, contará con unos 80 diseños de Schiaparelli y de Prada, así como varios vídeos en los que simularán conversaciones entre ambas diseñadoras sobre temas como el arte, la política, las mujeres o la creatividad.
fuente: abc.es
