25/2/13

Alfombra roja de los Oscar 2013


Jessica Chastain. El corte y el color de ese Armani Privé pone de relieve su delicada anatomía y resalta sus cabello pelirrojo. Las líneas de hilo brillante sustituyen de forma vanguardista a unas lentejuelas festivas. Aunque la caída del vestido creaba sombras que desvirtuaban su cuerpo.

 Anne Hathaway. Ese Prada de raso reinventa el minimalismo sofisticado de Audrey como a la propia Hepburn le hubiese gustado, pero Anne Hathaway es una mujer exuberante, y ese aspecto de su belleza queda aquí anulado.

 Amy Adams, de Oscar de la Renta y joyas de Moa. Bonito vestido, aunque piel pálida + vestido color pastel = poco llamativo. Peinado muy sencillo y nada acorde con el resto. 

Jennifer Lawrence (mi favorito), con un vestido de Raf Simons para Dior Haute Couture, joyas Neil Lane, zapatos Roger Vivier y clutch de Salvatore Ferragamo. Un Dior espectacular, que a pesar de ser blanco, no cae en la "trampa nupcial" y que pese a sus exagerados volúmenes, no es sobreactuado.

Naomi Watts. Este Armani Privé era casi Mugler: sus líneas galácticas caían como un guante sobre la piel luminosa de Watts. Peinado y maquillaje de diez. Y el difícil propósito de hacer encajar complementos con ese outfit quedó sobradamente cumplido.


Reese Witherspoon, de Louis Vuitton. Quién iba a decir que la sucesora de Julia Roberts, la novia de América más twee de la historia, se convertiría en prácticamente la única defensora de un color eléctrico sobre la alfombra roja. Aunque Whitherspoon no parece haber comprendido que el look Veronica Lake es muy 2001.

Sally Field. No es fácil que un vestido sea tan halagüeno con la silueta de una mujer de sesenta y cuatro años, como tampoco lo es sugerir sin mostrar. Todo eso consigue Field dentro de un Valentino, como no, rojo.