30/4/13

Holanda tiene nuevo rey



Hoy es el día en que la reina ha vuelto a ser princesa y el príncipe heredero 'asciende' a rey. Es lo que tienen las abdicaciones: el relevo en el trono no está asociado a una muerte y un funeral. Hoy es un día festivo por partida doble. Holanda celebra su último Día de la Reina (Koninginnedag), y el primer Día del Rey (Koningsdag). De ahora en adelante, y mientras dure su reinado, la gran fiesta por excelencia en los Países Bajos se celebrará el 27 de abril, día del nacimiento de Guillermo Alejandro.

Holanda es más naranja que nunca. Y Ámsterdam el cogollo de esa explosión de color donde ha tenido lugar la ceremonia de abdicación de la reina Beatriz y poco después será la investidura de su primogénito. Los actos oficiales han comenzado a las 10 de la mañana en la Cámara del Consejo (también conocida como Sala de Moisés), una de las habitaciones más adornadas del Palacio Real. Un destacado grupo de autoridades ha asistido a una de las ceremonias más íntimas, en la que la monarca ha firmado la declaración de abdicación y posteriormente ha aparecido en el balcón con su hijo, donde el relevo generacional se ha hecho por fin palpable para los más de 25.000 súbditos que veían el ritual en directo desde la Plaza Dam.

Discurso en el balcón

Su Majestad el Rey Guillermo Alejandro, Rey de los Países Bajos, Príncipe de Orange-Nassau (y otra decena de títulos que se obvian para abreviar) ha dado su primer discurso como monarca de los holandeses en el balcón del Palacio Real. Junto a su madre, la ya Princesa Beatriz, y su esposa, la reina consorte Máxima, el nuevo jefe del Estado ha agradecido "el trabajo de su madre" y "el apoyo de los ciudadanos" ante las miles de personas concentradas en la Plaza Dam.
Por su parte, la princesa Beatriz proclamó ante sus súbditos: "Les presento a su nuevo rey: Guillermo Alejandro". A su vez, agradeció el apoyo y garantizó la continuidad de la monarquía a través de su hijo. Fue ayer por la noche, en un mensaje televisado, cuando Beatriz recordó que "ni el poder ni la ambición personal pueden dar contenido a la monarquía". "La labor del rey es actuar sin tener en cuenta las preferencias personales y manteniéndose por encima de los intereses particulares de un grupo", le recordó a su hijo.

En medio de la algarabía popular, el nuevo monarca también ha mandado su agradecimiento a los ciudadanos de los territorios de ultramar que están bajo el reinado de la Casa Orange-Nassau.

Ceremonia de investidura

Ya como reyes, Guillermo Alejandro y su esposa Máxima cruzarán hasta la Iglesia Nueva para celebrar la ceremonia de investidura, que toma la forma de una sesión conjunta de las dos cámaras legislativas del país, el Senado y el Congreso. En esta celebración, donde el Rey es formalmente confirmado y jura la Constitución, ya estarán presentes los más de 2.000 invitados ilustres, entre ellos 30 representantes de 19 casas reales.

La monarquía en Holanda goza de una gran popularidad y un amplio respaldo por parte de la mayoría de formaciones políticas, aunque hay 12 diputados que han renunciado a pronunciar su juramento ante el rey y están convocadas varias protestas contra la monarquía en algunas zonas de la ciudad. En la mente de todos están los incidentes durante la ceremonia de abdicación de la reina Juliana y la investidura de Beatriz, en 1980, cuando las protestas contra el excesivo coste de los eventos provocaron pérdidas millonarias y cientos de heridos.

Justo 33 años más tarde la sensación entre los holandeses es parecida. Pocos se oponen firmemente a la monarquía (un 78% la acepta) pero cada vez se oyen más altas las voces de quienes piden más austeridad y transparencia. El nuevo rey ha declarado su intención de consolidar la institución dentro de las nuevas exigencias que reclama la sociedad, pero está por ver hasta qué punto él y la reina consorte darán pasos decisivos en esta dirección. De momento hay un dato que irrita especialmente a los holandeses: la casa real de los Países Bajos es la más cara en toda Europa, con un coste anual de unos 40 millones de euros.
Para los eventos de hoy están acreditados más de 1.100 periodistas y habrá unos 10.000 policías velando por la seguridad de los más de un millón de holandeses y turistas que llegarán a Amsterdam. Como ha ocurrido en otras ediciones del Día de la Reina, sí estará permitido beber en la calle, pero no se podrá llevar más de una botella o vaso encima. Aún así, lo que por la mañana será una celebración solemne a media tarde habrá derivado en una 'rave' por las calles y los canales de la ciudad. La otra cara de la fiesta recuerda más a San Fermín que a una ceremonia de entronización: la orquesta dejará paso a una sesión del popular Dj holandés Armin van Buuren y el champán en finas copas de cristal se cambiará por vasos de plástico con cerveza. Cualquier bebida es buena para desearle larga vida al Rey.