7/1/13

Mr. Selfridge: la historia de los míticos almacenes hecha serie


La pasada noche se estrenó en la televisión americana Mr. Selfridge, serie basada en la biografía escrita por Lindy Woodhead titulada “Shopping, Seduction and Mr Selfridge” que cuenta la historia de como Harry Selfridge revolucionó la manera de comprar allá por 1909.

En el ámbito de los negocios Mr. Selfridge fue un auténtico visionario. Dejó la escuela a los 14 años para trabajar en los almacenes Marshall Field & Co de Chicago como “chico de los calcetines” en dicho departamento, y años más tarde, cuando se casó con la hija de una adinerada familia de la ciudad, dejó su Chicago natal para cumplir su sueño de construir sus propios almacenes en Londres.

Fue así como en 1909 abrió sus puertas Selfridge’s, un edificio situado en Oxford Street construido por Daniel Burnham quien también se encargó del Flatiron Building de Nueva York. Y con él llegaron avances como las listas de boda, la posibilidad de tocar el producto y no verlo a varios metros guardado en una estantería, el utilizar celebrities como imagen de un producto o el lema “el cliente siempre tiene la razón” que impera en nuestro días (en unos sitios con más fortuna que en otros). Selfridge creía en una nueva forma de comprar:
Customers should be allowed to handle the merchandise, smell, taste and feel it, instead of everything being locked up under counters. Shopping should appeal to all the senses, and in its own way be as thrilling as sex”.
En contraposición a las luces en el terreno de los negocios encontramos las sombras en su ámbito personal. Harry Selfridges era un hombre familiar pero no podía evitar tener algún que otro affaire con mujeres del espectáculo como Isadora Duncan o Anna Pavlova. Estos escarceos amorosos sumados a su adicción al juego terminaron con un Harry Selfrifdge arruinado  y casi indigente cuya familia no pudo permitirse comprarle una lápida cuando murió a los 83 años.
En el primer capítulo de la temporada solo hemos podido ver hasta la inauguración de la tienda, pero como veis, hay historia para rato.