15/11/12

El tacón sensato


Que alguien como Nicholas Kirkwood, diseñador cuyo talento es directamente proporcional a la altura de sus zapatos, afirme que “un tacón bajo puede ser cool. Y puede ser joven también”, y que Charlotte Olympia interrumpa los habituales 15 centímetros de sus desenfrenadas plataformas con un stiletto de 5 centímetros –su modelo Desirée para este otoño– son síntomas evidentes de que algo está cambiando. 
Llevamos varias temporadas embarcados en una carrera frenética hacia el tacón más alto, el más afilado y hacia la plataforma más exagerada. Los zapatos armadillo de Alexander McQueen tocaron techo, no sólo en cuanto a innovación en el diseño, sino en la implementación de principios casi más propios de la ingeniería que de la costura en el calzado con el único objetivo de conseguir unos centímetros más cerca del sol. Pero parece que el fenómeno se agota y los diseñadores buscan nuevos caminos por la senda de la sensatez y, por qué no, de la comodidad para encontrar nuevos diseños quizá más acordes con estos tiempos extraños.
El fantasma de los mules, aquellos zapatos de finales de los 90's que fueron encumbrados a las baldas más visibles de nuestro armario, para después ser repudiados sin remordimiento alguno, parece que cumple su venganza. El tacón medio es heredero directo de ellos, más aún cuando afilan peligrosamente sus puntas buscando la mimetización en clave actual.


Si buceamos en el universo de las firmas de lujo, Pier Paolo Piccioli y Maria Grazia Chiuri fueron de los primeros en recuperar este controvertido tacón para sus zapatos llenos de tachuelas deValentino; y algo de visión trascendental hubo en ello, porque se han convertido en un clásico de la firma en muy poco tiempo. Balenciaga y Miu Miu siguieron sus pasos y han incorporado tacones más accesibles pero igual de evocadores en sus colecciones de otoño. 
La corriente, lejos de ser una tendencia pasajera sin muchas posibilidades de llegar a la calle –más partidaria de polarizarse en torno al zapato plano o al tacón máximo– ha calado en iconos de moda. La primera de ellas Emmanuelle Alt, que desde que desembarcó en la dirección de Vogue Paris,prácticamente no ha traspasado los 6 centímetros de altura, demostrando que el estilo es un concepto tan abstracto e intangible que poco tiene que ver con el tamaño de los tacones. 













fuente: vogue.es